martes, 24 de febrero de 2009

No podía dejar pasar...

Este fin de semana alejado del mundo, hice y aprendí cosas reconfortantes.
Comprendí la irónica claridad de no usar lentes, peines, dietas, ni maquillaje.
Devoré la deliciosa sensación de dormir y amanecer acompañada y rodeada de brazos y cosquillas de amor.
Llené mis pulmones de sol y mi piel de agua
Vencí mi miedo a los cerillos... pero sobre todo vencí mi miedo a las verdades.


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