Adios 19

Cuando cumples 15 (sobre todo cuando eres una mujer latina) te hacen una gran fiesta y tus padres se enorgullecen de la "señorita en la que te has convertido", luego vienen los 18.

Dicen por ahí que los 18 son LA edad, a los 18 es cuando te dan tu credencial de elector, puedes entrar legalmente a los antros, tomar, ver esas películas a las que no te dejaban entrar en los cines, las mismas que años después me parecen repudiables y poco interesantes. Ya puedes ir a la carcel porque eres totalmente responsable de tus decisiones... se hace más frecuente que te hablen de usted y el prefijo "señorita" se anteponga a las oraciones que se dirigen a ti. La licencia de manejo, para unos cuantos la entrada a la universidad y...

Y un paquete de reflexiones y responsabilidades que a los pocos días olvidas porque el simple hecho de llenar el campo de edad con un número mayor no te hace sentir tan diferente del día anterior. Tampoco impide repetir el berrinche que le hiciste a tus padres tres meses antes por no dejarte salir, no borra las ganas de brincar en los charcos de agua, ni de picotear a tus amigos en las costillas para que se rían, el deseo de correr bajo los brazos de mami cuando algo se te sale de las manos. No... no se va del todo... nadie te da un manual que te dé una vaga idea de lo que implica tener 18 años... bueno tal vez podríamos leer la constitución política pero no creo que sirva de mucho.

Y así transcurren los días hasta que una buena mañana descubres que tienes 19 años y al voltear atrás te das cuenta de que los 18 ni fueron tan fuertes, ni tan significativos que tus amigos siguen ahí y que nanurquita la señorita de 19 años no ha cambiado tanto después de todo.

Pero oh sorpresa! avanza el tiempo y un 10 de abril me encuentro hablando con un amigo acerca de mis temores y deseos y entonces me doy cuenta de que LA edad, MI edad de cambio fueron los 19 años, que a esa edad regresé un 14 de julio a mi casa con unos milímetros menos de piel y unos cuantos más de acero quirúrgico. Que a los 19 tuve que pagar mi primer consulta con un médico por una perforación infectada, que a los 19 tuve ingenuidad de menos y unas lágrimas más, que con mis 19 el pudor parece reemplazarse por esa manía de confiar en los amigos y la maravillosa autoestima que viene cuando la efímera adolescencia vence a la inseguridad.


A los diez y nueve los abrazos son menos pero los besos más


Mis diecinueve me enseñaron a ser vulnerable y abierta, por primera vez confesé, admití y enfrenté ante un amigo estar enamorada de alguien, me di la oportunidad de ser y parecer imperfecta llorar, pedir ayuda, caer, y mostrar esa debilidad que la facilidad de la vida de adolescente permite ocultar por largo tiempo.

19 años... diez y nueve que te enseñan que por imposible e irreal que parezca, siempre hay una primera vez que cierra la tranquilidad del nunca.

• 19 el número natural que sigue al 18 y precede al 20.
• XIX el octavo número primo después del 17 y antes del 23.
• Diecinueve el número atómico del potasio ¿?

Adios queridos 19.

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